Los colorantes artificiales se encuentran en todo tipo de producto procesado comestible y se utilizan para que una comida -que normalmente luciría pálida e inapetente-, se vuelva atractiva.
En algunos productos comestibles los colorantes son muy evidentes, como en los dulces y ‘cereales’ azucarados, pero se encuentran en todo tipo de productos como queso, galletas, frutas enlatadas y congeladas, yoghurt, refrescos, jugos, pan, etc.
Desafortunadamente donde más se utilizan los colorantes artificiales es en los productos para bebés y niños, siendo ellos los más susceptibles, ya que sus órganos no se han desarrollado completamente y finalmente son los más afectados por su consumo.
Los colorantes artificiales son una mezcla de químicos de laboratorio con petroquímicos nocivos para la salud, y los más comunes son:
- Rojo 40, Rojo Allura AC o E129. Puede causar reacciones alérgicas y se utiliza principalmente en comida chatarra. Está relacionado con hiperactividad.
- Amarillo 5, Tartrazina o E102. Causa reacciones hipersensibles tipo alergia, desencadena hiperactividad en algunos niños, incrementa la irritabilidad, desasosiego, y causa trastornos del sueño. Afecta y altera marcadores bioquímicos de órganos vitales como el hígado y los riñones, aún cuando se consumen cantidades pequeñas.
- Amarillo 6, Amarillo Anaranjado FCF o E110. Provoca reacciones hipersensibles severas. Algunos estudios en animales revelan tumores en las glándulas adrenales y en los riñones.
- Azul 2 o Índigo Carmín o Indigotina o E132. Estudios en animales revelan que causa cáncer cerebral, náusea, brotes y alergias.
- Azul 1 o Azul Brillante o E133. Causa reacciones alérgicas, puede afectar el desarrollo de las células nerviosas y causar hiperactividad.
Hoy en día las investigaciones revelan que su consumo está relacionado con trastornos en el comportamiento, tales como: hiperactividad, irritabilidad, baja concentración, desasosiego y alteraciones del sueño. Además de esto, por su origen, los colorantes artificiales están relacionados con ciertos tipos de cáncer y tumores, condiciones hepáticas y renales, alergias, asma, etc.
Es importante que la dieta de niños y adultos esté compuesta por alimentos de colores vibrantes, pero aquellos naturalmente coloridos, como: pimientos rojos, berenjenas moradas, espinacas verdes, zanahorias naranjas, mangos amarillos, moras azules y todo el espectro de color que podemos encontrar en las frutas y verduras directas de la tierra y en su estado natural (no enlatados o procesados de alguna manera).
Equipo de investigación y editorial iNat México.
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