Cómo hacer composta en un espacio pequeño

Primero que nada: ¿qué es la composta?

El compost, o composta, es el producto de la descomposición natural de la materia orgánica hecha por los organismos descomponedores (bacterias y hongos) y por pequeños animales detritívoros, como lombrices y escarabajos. Estos desechos son provenientes principalmente de la cocina y el jardín.
Desde que la agricultura se inventó, hace cerca de 5000 años, los campesinos aseguraron la fertilidad de sus campos mediante materiales orgánicos obtenidos con el compostaje de los residuos animales y vegetales de sus granjas. Después de la II Guerra Mundial, esta práctica fue abandonada en los países desarrollados siendo sustituida por el uso de fertilizantes químicos, producidos a bajísimo coste usando la energía derivada del petróleo. Los resultados fueron satisfactorios hasta hace 10 ó 15 años cuando se observó un gradual pero constante descenso en la fertilidad de los campos, porque la crónica carencia de materia orgánica de los suelos ha alterado el ciclo natural haciendo desaparecer los organismos llamados descomponedores, es decir aquellos que en la naturaleza demuelen y degradan la materia orgánica para convertirla en humus.

¿Para qué sirve?

La presencia de humus de composta garantiza a las plantas una serie de sustancias nutritivas; favorece la absorción y retención del agua, facilita la circulación del aire, limita los cambios bruscos de temperatura y humedad que tanto dañan a las plantas, bloquea y desactiva un gran número de compuestos tóxicos y provee alimentos a una miríada de animales minúsculos que son la base de toda cadena alimenticia. Si las plantas crecen y los animales viven, es debido al trabajo “secreto” de los microorganismos descomponedores, de forma que sin ellos, no habría vida sobre la Tierra; ¡son el microbioma de nuestra Madre Tierra!

¿Por qué hacer compostaje en casa?

El compost es el primer paso para tener tu buen huertito casero o cajitas de cultivo, y por ende una gran calidad de alimentos orgánicos y repletos de nutrientes. La composta da una gran calidad a la tierra, evitando la necesidad de usar fertilizantes químicos ni pesticidas, y además ahorra bastante agua de riego. Esto hace que los productos cultivados sean más sanos a la vez que nosotros somos mucho más respetuosos con el medio ambiente. 

¿Cómo empezar?

El compostaje realmente es un proceso muy fácil de llevar a cabo y con un coste muy económico, incluso se puede hacer en espacios muy reducidos, como departamentos o casas pequeñas. Además, si tú estás haciendo tu huerto en casa, te estarás ahorrando la compra de productos fertilizantes. 

Materiales a mezclar:

Se pueden agrupar en dos categorías: 

– Materiales húmedos, ricos en agua y sustancias nutritivas como el nitrógeno (restos de frutas y verduras, césped y poda fresca, cáscaras de huevo, etc.). 

– Materiales secos, compuestos básicamente de carbono (pequeñas ramas, hojas secas, viruta, paja, cartón, papel, etc.). 

Cuando esté colocado es útil añadir  tierra de huerto o compost maduro, para así acelerar el proceso de descomposición. Si tienes posibilidad de conseguir estiércol de animales hervíboros de granjas o corral (pollos, conejos, ovejas, cabras, caballos, vacas), para aplicar a tu composta, será genial… sólo debe ser en cantidades muy pequeñas. De esta manera, el producto resultante  será más rico en nitrógeno, lo que hay que tener presente a la hora de aplicarlo. Evitar los excrementos de perros y gatos y demás animales carnívoros. 

Es importante no incorporar materiales cocinados, especialmente carnes y pescados, ya que provocan malos olores y atraer moscas y roedores. Si se incorpora papel, este no debe ser satinado; se pueden utilizar periódicos y papel y cartón de embalaje, pero no impresos con colores brillantes, ni revistas ilustradas que tienen elementos tóxicos en sus tintas. 

El papel y el cartón deberán ser desmenuzados en pequeños trozos. 

PREPARACIÓN DEL COMPOST. 

– Lugar y utensilios.
Existen numerosas formas de prepararlo aunque aquí nos ocuparemos del compostaje doméstico, hecho en contenedores llamados «compostadores», los cuales son especialmente diseñados para eso, pero también pueden ser cajas de madera, tinajas o cajas de hule, huacales, o hasta macetas grandes que tengas vacías. Necesitarás un poco de rejilla metálica o de madera. Deberá estar situado en un rincón protegido para evitar bruscas variaciones tanto de temperatura como de humedad. 

La posición ideal es debajo de un árbol o de una pérgola que pierda sus hojas, o debajo del lavadero de tu patio de servicio, de forma que esté a la sombra en verano y al sol en invierno. Deberás también contar con tierra para planta comestible (pregunta a tu jardinero o en tu invernadero de confianza por ella). Será preciso regular la entrada de aire y humedad tapando el contenedor tanto durante el periodo lluvioso como en el periodo seco. 

Para quienes tengan jardín, los materiales leñosos para tu composta, deberán ser troceados en piezas no mayores de 5 cm. Para ello resulta muy útil la trituradora de materia vegetal o la ayuda de unas tijeras podadoras o una pequeña hacha. También es conveniente disponer de una horca o aireador, no muy grande, para mover y airear los materiales; incluso de una pala pequeña para recoger el compost ya hecho te será de utilidad. Es necesario disponer de un tamiz (rejilla o colador) para separar la parte perfectamente compostada, de los fragmentos grandes o leñosos todavía presentes. 

MATERIALES PARA COMPOSTAR.

– Rápida descomposición: 

Hojas frescas, restos de la siega de césped, malezas jóvenes.

– Descomposición media: 

Pedazos de frutas y verduras, bolsas de té y posos de café, paja y heno viejo, restos de plantas, estiércoles pajizos (caballos, burros y vacas), flores viejas y plantas de macetas, desbroces de setos jóvenes, malezas perennes, lechos de hámster, conejos y otros animales domésticos (herbívoros). 

– Descomposición lenta: 

Hojas de otoño, desbroces de setos duros, ramas podada, aserrín y virutas de madera no tratada, cáscaras de huevo, cáscaras de frutos secos, lanas e hilos naturales, pelos y plumas, semillas o “huesos” de frutos (melocotón, aguacate, aceitunas…) y otros materiales, como: ceniza de madera (espolvorear en cantidades pequeñas), cartón, cartones de huevos, servilletas, bolsas y envases de papel, periódicos (en pequeñas cantidades) 

*Mejor evitar: 

Carne y pescado, productos derivados de la leche, productos que contengan levaduras o grasas. 

NO utilizar: 

Ceniza de carbón y de coque, heces de perros y gatos, pañales desechables, revistas ilustradas, restos de aspiradora u otros electrodomésticos, filtros de cigarrillos, tejidos sintéticos. 

Para obtener un buen compost lo mejor es utilizar una gran variedad de materiales. 

Cuando más triturados estén, más rápido obtendremos el compost. 

*Para aquellos con jardín en casa, deberán evitar que se compacte el césped cortado en tu composta, para ello se añadirá muy mezclado con ramas y restos de poda. 

También puede dejarse marchitar. 

Cuando tu contenedor esté lleno o, en todo caso, cuando hayan transcurrido al menos 4 ó 5 meses desde el inicio de las operaciones, se podrá comenzar a extraer compost ya elaborado de la parte inferior de la pila a través de las trampillas o desmontando tu contenedor total o parcialmente. Se puede aprovechar esta oportunidad para voltear la pila y mezclar las capas. 

Utilizar una criba o tamiz para separar los elementos todavía no compostados que se podrán usar en el siguiente proceso de compostaje. 

Conviene dejar reposar el compost una vez cribado en un lugar sombreado y a cubierto de la lluvia durante al menos un mes para asegurar que no contiene invertebrados que podrían ser perjudiciales en caso de aportar el compost a un semillero. 

¿PERO CÓMO LA HAGO?

1°. Se trata de almacenar restos orgánicos de comida separados durante unos días, así como restos de poda y hierba, periódicos y cartón de embalaje. 

2º. Empezar colocando un lecho de material leñoso grueso o de hojas secas, para facilitar la circulación del aire. 

3º. Inicialmente introducir una capa de materiales secos y húmedos mezclados o en capas, y tierra para plantas comestibles, para poner en marcha el proceso. 

4º. Incorporar regularmente materiales húmedos mezclados con secos. Irás poniendo las capas de lo que vayas teniendo de tus jugos de extractor, o restos de frutas, y comida como cascarones de huevo.
*Siempre el aporte de materiales húmedos ha de ser el doble que de materiales secos.
** En caso de que no se disponga de restos leñosos o secos, se podrán sustituir por periódicos o cartones troceados. También sirven virutas y aserrín.

Es conveniente remover en cada aportación el material nuevo con el material anterior. También, conviene terminar con una capa de material seco y una tapa con algunos orificios, para evitar la proliferación de moscas de la fruta en la parte de arriba, especialmente en verano. 

5º. Añadir a la masa de cuando en cuando el acelerador natural, esencialmente composta ya cosechada, la tierra de huerto o jardín o estiércol. 

6º. Vigilar el estado de humedad de la pila. Si es excesivo, puedes remover o se hacer profundos agujeros con una barra o un palo. Si la pila está muy seca, se regará uniformemente con una regadera, pero no se mojará excesivamente. De esta forma los materiales que se vayan compostando tomarán calor y perderán volumen hundiéndose gradualmente en el contenedor. 

En él existirá al mismo tiempo compost en diversos estados de elaboración.

POSIBLES INCIDENCIAS. 

– Si huele a podrido significa que se ha instalado el proceso anaerobio, lo que sucede cuando hay demasiado agua y poco aire. La mezcla tiene un aspecto brillante y pegajoso. Apretando un poco en la mano mancha o destila líquido. El remedio es simplemente abrir el contenedor, remover la pila para airearla, añadiendo si es preciso componentes secos como papel o cartón troceados, paja, ramitas secas, etc.

– Si tiene un olor fuerte acre, ello sucede cuando hay un exceso de nitrógeno. La temperatura sube excesivamente y emite amoniaco. Podría ser suficiente cubrir con un palmo de compost maduro. Si no basta, se voltea la pila añadiendo mayores aportaciones de sustancias leñosas secas. 

– Si no se descompone, quiere decir que hay demasiado aire, falta de agua y de nitrógeno. Es suficiente regar. Si la descomposición no vuelve a empezar, voltear la masa añadiendo materiales húmedos como restos de frutas y verduras y, si es posible, compost maduro o tierra para plantas comestibles. 

¿Quieres saber más sobre las fases de la composta, cómo usarla una vez cosechada?
¡Está pendiente de nuestro siguiente artículo sobre el tema!

Equipo de investigación y editorial iNat México. 

Fuente:

Ingeniero agrónomo especialista en agricultura orgánica, Jairo Restrepo Rivera: Agricultura regenerativa.

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