Los usos culinarios de esta flor datan de tiempos prehispánicos, sin embargo, no pueden catalogarse de esta manera pues el propósito no era satisfacer la necesidad de alimentación y, que a su vez, generara una experiencia degustativa que envolviera a todos los sentidos, al momento de comer el cempasúchil. Más bien el propósito era con fines medicinales.
También es importante mencionar que en la actualidad, el cempasúchil es utilizado ampliamente para el aprovechamiento industrial de los pigmentos. En los últimos años el cempasúchil ha sido el centro de atención gracias al rechazo generado hacia colorantes artificiales, inclinando la preferencia por colorantes naturales. En Estados Unidos y Europa la dieta de las personas es rica en licopeno, carotenoide presente en el tomate. Dicho carotenoide se ha relacionado con la prevención de enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer, especialmente el cáncer de colon. Por otro lado, a la luteína se le ha asociado con la prevención del desarrollo de enfermedades oculares como cataratas y degeneración macular. Este carotenoide es el más abundante en la flor de cempasúchil
Ingredientes:
1 taza de granos de granada
½ taza de pétalos de cempasúchil
200 g de tomates cherry
1 pimiento rojo
1 pimiento amarillo
1 pepino mediano
¼ cebolla morada pequeña
1 cta de vinagre
2 cda de aceite de oliva
1 cdta de eneldo molido
sal de mar
Pimienta
Procedimiento:
Corta los tomates cherry por la mitad, los pimientos en cubos muy pequeños al igual que la cebolla morada. Retira las semillas del pepino y también corta la pulpa en pequeños cubos.
Mezcla todos los vegetales y la granada en un bol. Prepara la vinagreta con el aceite, el vinagre de manzana y el eneldo y salpimenta al gusto.
Finalmente coloca las flores de cempasúchil en el top de tu ensalada para levantar su color y sabor con el perfume de la flor fresca.
iNat Gastronomía.
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