La maduración de los plátanos está coordinada por una señal química: el gas etileno que las plantas liberan cuando el clima es correcto o si la fruta está dañada. La maduración suaviza la fruta, libera moléculas de sabor y aumenta los niveles de azúcar. Como los plátanos producen grandes cantidades de etileno, se pueden utilizar para madurar frutas en su climaterio (frutas que maduran fuera de la planta) en casa.

¿Cómo se utilizan los plátanos en diferentes etapas de madurez? 


Sin Madurar
Los plátanos poco maduros son verdes y amarillos con piel gruesa y pulpa firme. Los almidones aún no han comenzado a descomponerse en azúcares y las paredes celulares aún son resistentes y fibrosas.
Son mejores para:
Cortar sobre avena, hacer frituras de plátano, espesar batidos.

Maduro
Los plátanos maduros son ligeramente firmes, con carne cremosa y piel amarilla, a veces moteada. Las moléculas de sabor y los azúcares han desarrollado notas dulces y afrutadas y aún pueden soportar la cocción. Los moretones aceleran la maduración.
Son mejores para:
Comer crudo, mezclar en batidos, hornear en tartas o pasteles o rebanar en natillas o salsa de caramelo.

Muy Maduro
Los plátanos muy maduros tienen una textura suave y una piel de color amarillo brillante y muy moteada. La producción de etileno ya ha pasado su pico, por lo que el plátano madurará otras frutas lentamente. Son sabrosos y están llenos de azúcar.
Son mejores para:
Hornear en tortas y muffins, caramelo, agregando sabor y dulzura a los batidos o congelando y mezclando en un simple helado.

Demasiado maduro
Los plátanos demasiado maduros tienen una textura blanda con piel de color marrón oscura y moteada de color amarillo intenso. Ricos en azúcares naturales, tienen un sabor muy fuerte. No madurarán otras frutas, pero se utilizan rápidamente o se congelan para su uso posterior.
Son mejores para:
Hornear en pasteles y panecillos, hacer puré en la masa para cupcakes, endulzar smoothies o avena.


iNat Gastronomía 

 

 

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