Probióticos, la nueva moda

Actualmente hemos escuchado mucho hablar sobre la microbiota y la relación de esta con la salud. Además, seguro has visto muchos temas referente al uso y consumo de probióticos. Pero más allá de una moda, ¿qué sí se debe de considerar y qué no de un probiótico? Aquí te lo explicamos. 

Un probiótico, según la Organización Mundial de la Salud, es todo aquel microorganismos vivo que confiere un beneficio a la salud cuando se los administra en cantidades adecuadas. Es decir, para ser considerado un probiótico, debe de demostrar con evidencia que tiene características de un alimento funcional al proveer beneficios a la salud, más allá del contenido nutricional; dentro de las cepas más estudiadas, se encuentran los Lactobacillus y las Bifidobacterias que se encuentran en algunos alimentos fermentados. Y aquí viene otro punto: 

No todos los alimentos fermentados son fuente de probióticos

Durante mucho tiempo se nos ha dicho que consumamos alimentos fermentados pues éstos son una fuente importante de probióticos, pero, de acuerdo a la definición de la OMS, no cualquier alimento fermentado entraría en esta clasificación. Recordemos que los lactobacilos han sido utilizados desde ya bastante tiempo como cepas para la conservación de de alimentos por medio del proceso de fermentación. Pero, para proveer realmente un beneficio a la salud, estos probióticos resultados de la fermentación deben de estar vivos, no haber pasado por un proceso térmico, por lo cual un pan, que fue fermentado (masa madre) pero que pasó por un proceso térmico (horneado) no provee probióticos. 

La cantidad es importante

Por otro lado, en el mercado hay muchísimos suplementos alimenticios que proveen probióticos; sin embargo, una vez más, para que la cepa provea beneficios deberá de estar en una cantidad adecuada.  

Cepas distintas para condiciones distintas

Cada una de las cepas tiene un fin a nivel microbiota, si tú tienes una condición específica de salud, antes de suplementarte recomendamos acudir con un profesional de la salud que pueda orientarte respecto a la cepa que será más benéfica para tu condición; de lo contrario sólo obtendrás un universo de cepas, pero si no están en la cantidad adecuada o es la cepa específica, no te ayudará de mucho.  

¿Fermentos o cápsulas?

Lo ideal siempre es que incluyas alimentos con fermentos y rotarlos, que no haya pasado por un proceso térmico, para que, de esta manera puedas obtener una variedad de cepas que solo busquen mantener estable y saludable tu microbiota intestinal; en cuanto a la suplementación, la recomendamos cuando ya hay un problema de salud mucho más específico y entonces sí, se deberá buscar la cepa adecuada y en la cantidad idónea. 

Recuerda que la alimentación es la base de una microbiota sana, más allá de los alimentos fermentados que ayudan, es mantener, en general, una alimentación saludable.  

Equipo de investigación y editorial iNat México. 

Referencias: 

  • Guías Mundiales de la Organización Mundial de gastroenterología (2017) Probióticos y prebióticos.

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