El cáncer de mama es el tipo de cáncer más común en la población femenina tanto en países desarrollados como los que están en desarrollo; sin embargo, puede presentarse tanto en hombres como en mujeres. Las defunciones por cáncer de mama son más frecuentes en poblaciones de bajos y medianos recursos, ya que tiende a ser diagnosticado en estadios avanzados.
A nivel mundial, representa la segunda causa de defunciones, en el 2015 cerca de 8.8 millones de personas murieron a causa de este tipo de cáncer. En México, el cáncer de mama es la primera causa de mortalidad en mujeres de 25 años y más. En 2017, se registró una tasa de 19.04 defunciones por cada 100 mil mujeres de 25 años y más. Este padecimiento es tan importante que el 16.3% de defunciones por tumores malignos se deben a cáncer de mama en mujeres de 20 años y más, por lo que se ubica en primer lugar de las muertes.
La dieta ha sido considerada como una estrategia preventiva para el cáncer. Una dieta con un consumo elevado de carne procesada, productos grasos, dulces, bebidas calóricas se ha relacionado con una incidencia de cáncer de mama. Por otro lado, el consumo de productos naturales como soya, cereales, especias, frutas y verduras se han asociado con un riesgo reducido de cáncer de mama.
Alimentos con un alto contenido de hidratos de carbono, se ha relacionado con un incremento en el riesgo de cáncer de mama en mujeres posmenopáusica. Un alto consumo de estos alimentos incrementa la respuesta glucémica y de insulina, lo cual altera la proliferación celular y la apoptosis. En Italia se realizó un estudio en el cual el consumo de pastas y pan se asoció con un mayor riesgo de cáncer de mama, especialmente en las mujeres que tenían un índice de masa corporal elevado.
En un estudio donde se analizó el riesgo de cáncer de mama y consumo de grasas saturadas, en la cual se encontró que aquellas mujeres que tenían un alto consumo de grasas presentaban un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama comparado con aquellas que no consumían o bien su consumo era bajo.
El consumo de alcohol también se ha estudiado como potencial factor para cáncer de mama. Se encontró que aquellas mujeres que consumían alcohol tenían un mayor riesgo de cáncer de mama, esto por cada 10 g de aumento diario en la ingesta de alcohol.
En un estudio realizado en España, se encontró que un consumo elevado de carnes procesadas o carne roja incrementa el riesgo de cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas.
El cáncer de mama es uno de los tipos de cáncer más común a nivel mundial, el cual es la primera causa de mortalidad en mujeres de 20 años y más. La alimentación se ha estudiado como posible factor protector contra el desarrollo de este tipo de cáncer, sin embargo, una alimentación basada en grasas saturadas, hidratos de carbono, alcohol, dulces, se han asociado mayormente con el riesgo de cáncer de mama.
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Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
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