1. El arte de la fermentación es muy antigua y cada cultura tenía su forma de hacer fermentos, ya que prácticamente todo puede ser fermentado, de hecho muchos productos que tenemos día con día en nuestra dieta son producto de la fermentación, por ejemplo: el cacao, esta semilla que nos ayuda a crear recetas deliciosas viene de la fermentación o el pan que nos ha acompañado por siglos también; es por eso que te invito a aventurarte, que experimentes con los ingredientes de tu región, ve y redescubre sabores, texturas, olores y colores nuevos… existe todo un mundo microscópico cerca de ti esperando a ser alimentado, observa y maravíllate de la vida o cómo las burbujas comienzan a bailar en tus fermentos.
2. Te recomendamos tener un diario de tus fermentos, es decir, dónde anotar tus experimentos, específica y describe las cantidades, ingredientes, mezclas, tiempos de fermentación , temperatura, etc. Todos los días ve y observa tus fermentos, pruébalos y anota si cambiaron de textura, sabor y demás factores. Esto te ayudará a que puedas conseguir sabores ¨similares¨ya que en la fermentación salvaje nunca será lo mismo pues esto le da a los alimentos un estilo o un toque de cada persona.
3. Fermentar es fácil, realmente lo que necesitas está en el ambiente; todos estos microorganismos viven en la piel de los vegetales, en las flores, incluso en el aire en búsqueda de alimento, lo único que hacemos como fermentistas es brindarles una casa cómoda y alimento, los microorganismos hacen el resto. Tú pasarás a ser un observador de toda la interacción microbiana.
4. Te recomendamos fermentar vegetales en salmuera, ya que es una manera muy fácil; eso te dará confianza para adentrarte en el mundo de la fermentación. Comienza por algo sencillo como la col fermentada, es bueno ir de menos a más. Después de tu primer experimento de la col, agregar otros ingredientes como jengibre, betabel, algunas especias… el mundo de posibilidades es infinito.
5. No te desanimes, si algo no te sale bien, si no te gusta el sabor o la textura, recuerda que los fermentos son un gusto adquirido ¨así como nuestra primera copa de vino¨. También si llegan microorganismos que no querías reproducir, todo esto es parte del camino. Míralo como un aprendizaje y sigue adelante, valdrán la pena ya que los beneficios que te aportarán en tu salud y -claro- en tu paladar, serán muy satisfactorios.
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