El tipo de alimentación que llevamos tiene un impacto ambiental detrás; todos nuestros hábitos respecto a la alimentación generan un costo notable en cultivos, procesos de fabricación, envasado y empaquetado, industrialización, transporte… incluso hasta en la cocción de los alimentos.
Evidentemente, una dieta basada en plantas -bien llevada- tiene beneficios a nivel nutricional; sabemos que ayuda a reducir la obesidad, el sobrepeso y hasta combate enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes; lo cual se vuelve una razón de peso para optar por este tipo de alimentación. Pero, ¿sabes el coste ambiental de este tipo de dieta?
En enero de 2020, la revista CNN sacó un artículo hablando sobre el impacto ambiental de las dietas occidentales, basadas en carne, de acuerdo a un estudio publicado en la revista Nature; en dicho estudio se reflejó que: las dietas ricas en alimentos de origen animal -carne- generaría un impacto ambiental que podría aumentar hasta de un 90% de daños al ecosistema en el 2050, generando un mayor cambio climático, presencia de fenómenos meteorológicos más frecuentes y afectación en la función reguladora de los ecosistemas forestales y la biodiversidad; así como la contaminación de los océanos (CNN, 2020).
Cuando hablamos de integridad ecológica, nos referimos que para conseguir la sostenibilidad se le debe de dar importancia a la dieta, pues gracias a esta, la estabilidad medioambiental puede lograrse si se reducen no solo las ineficiencias alimentarias, sino el control sobre la producción exacerbada de la engorda del ganado gracias a la cantidad de cereales que se utilizan para su alimentación aunado a la cuestión hídrica (Pimentel, 2000).
Un ejemplo, al dejar la carne estamos reduciendo la producción mundial de esta que en 2005 fue tan solo de 267 millones de toneladas.Pero no solo eso, la producción de carne provee consecuencias ecológicas (Roman, 2009):
- Sobreexplotación de tierras
- Excesivo consumo de agua
- Despilfarro de alimentos
- Destrucción de bosques
- Acidificación del suelo
- Contaminación del agua y el aire
- Efecto invernadero
- Exceso de hormonas y antibióticos
Todo esto nos lleva a pensar que, una dieta basada en plantas además de proveernos salud, ayuda a disminuir el impacto ambiental.
Equipo de investigación y editorial iNat México
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