Todos los días se consumen diferentes tipos de alimentos, algunos se digieren mejor que otros. Por ello se han descubierto algunas técnicas que ayudan a que ciertos tipos de alimentos puedan ser digeridos con mayor facilidad por el sistema gastrointestinal. Algunas de estas técnicas son la fermentación y el remojo de los alimentos.
La fermentación es un método de conservación para los alimentos y bebidas que ha sido utilizado desde hace muchos años. Este se lleva a cabo gracias a bacterias, mohos y levaduras. Leche, hortalizas, frutas y cereales son algunos de los alimentos que suelen someterse a fermentación.
Este método de conservación de ayuda a mejorar la digestión de ciertos alimentos. Un ejemplo de ello se da en los productos lácteos. Las personas que padecen de intolerancia a la lactosa pueden ingerir yogur y queso sin problema ya que los microorganismos que son utilizados para la elaboración de estos productos se encargan de hidrolizar la lactosa ocasionando una disminución en su concentración. No obstante, aun pueden contener pequeñas cantidades de lactosa, lo cual podría generar la aparición de síntomas en algunas personas.
Por otro lado, se encuentra el remojo. Este consiste en poner en cierta cantidad de agua algunos alimentos por tiempo determinado, el más común son los frijoles. Durante este tiempo se activan los microbios y la actividad enzimática de estas semillas. Con esto se genera una predigestión de los alimentos, para que así cuando sean consumidos no implique un mayor trabajo para el sistema gastrointestinal.
Además, durante este proceso se pueden eliminar algunos antinutrientes como el ácido fítico y taninos que son sustancias que dificultan la absorción de nutrientes y provocar una “digestión pesada” lo cual da como resultado la aparición de gases o acidez en el caso de los cereales.
Al remojo se le puede considerar como un inicio del proceso de fermentación.
El remojo y la fermentación son dos técnicas que ayudan a eliminar o disminuir algunas sustancias que dificultan el proceso de digestión, haciendo que esta sea más fácil y no genere la aparición de síntomas como gases o acidez.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias:
Dimidi, E., Cox, S. R., Rossi, M., & Whelan, K. (2019). Fermented Foods: Definitions and Characteristics, Impact on the Gut Microbiota and Effects on Gastrointestinal Health and Disease. Nutrients, 11(8), 1806.
Huidobro, M. (2020, 23 enero). Cómo reducir la cantidad de antinutrientes de los alimentos. Consumer.
Zorokiain Garin, N. (2019). La fermentación de cereales y legumbres para una buena asimilación. NISHIME.org.
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