La lactancia materna es una de las formas más eficaces de garantizar la salud y la supervivencia del recién nacido. La leche materna es el alimento ideal para los lactantes ya que su consumo es seguro y además contiene anticuerpos que protegen de muchas enfermedades. Al mismo tiempo, brinda la energía y nutrientes el bebé necesita durante los primeros meses de vida, y continúa aportando hasta la mitad o más de las necesidades nutricionales de un niño durante la segunda mitad del primer año, y hasta un tercio durante el segundo año.
Durante la etapa de la lactancia y embarazo las necesidades nutricionales de la madre se ven incrementadas. Por lo que llevar una correcta alimentación es importante. Las variaciones en la dieta de la madre pueden cambiar el perfil de algunos micronutrientes, pero no se relacionan con la cantidad de leche ni con su calidad. El cuerpo de la madre siempre antepone las necesidades del bebé, por ello, la mayoría de los nutrientes, como el hierro, el zinc, el folato, el calcio y el cobre se siguen segregando en la leche en un nivel adecuado y estable, a expensas de los depósitos maternos.
La ingesta adecuada de energía y una dieta equilibrada ayudan a garantizar que las mujeres enfrenten el embarazo y la lactancia sin deficiencias. Los requerimientos de algunos nutrientes, principalmente hierro, yodo, ácido fólico y vitamina A, son más difíciles de alcanzar por medio de la dieta, por esto resulta necesario administrar suplementos.
Los lípidos de la leche proporcionan la mayor parte de las calorías. Si existe desnutrición materna la leche tendrá niveles más bajos de lípidos. La distribución de los ácidos grasos en la leche materna varían de acuerdo a la dieta de la madre. Por lo tanto, consumir alimentos ricos en omega 3 es necesario ya que ayuda al desarrollo óptimo del cerebro, retina y oído.
La cantidad de vitaminas en la leche materna va a depender de los niveles de concentración que se encuentren en la madre, por lo que una deficiencia podría condicionar su aporte hacia el bebé. Por ello se recomienda que se incremente la ingesta de las vitaminas durante la lactancia principalmente tiamina, riboflavina, vitamina B6, vitamina B12, vitamina A y vitamina E.
Estos son algunos consejos sobre alimentación y hábitos maternos durante la lactancia:
– Durante la lactancia es necesario beber agua a libre demanda.
– Realizar al menos 5 comidas al día.
– Llevar una dieta variada en la que se incluyan todos los alimentos.
– Evitar el consumo de bebidas que contengan cafeína.
– Evitar el consumo de bebidas alcohólicas y tabaco.
– Evitar recurrir a dietas con un aporte calórico menor a 1800 calorías al día.
– En caso de llevar una alimentación en la cual se excluyan los alimentos de origen animal se recomienda tomar suplementos de vitamina B12 y ácido fólico.
– Es recomendable consumir poca sal y preferir la que esté enriquecida con yodo.
– Se recomienda evitar el uso de plantas medicinales, productos herbolarios o suplementos no farmacológicos, pues la mayoría de las veces su composición es desconocida y pueden contener sustancias que actúen como hormonas que podrían resultar perjudiciales.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias:
OMS. (2019, 11 noviembre). Lactancia materna. Organización Mundial de la Salud.
Ares Segura, S., Arena Ansótegui, J., & Díaz-Gómez, N. M. (2016). La importancia de la nutrición materna durante la lactancia, ¿necesitan las madres lactantes suplementos nutricionales? Anales de Pediatría, 84(6), 347.e1-347.e7
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