La diabetes mellitus es una de las enfermedades con más prevalencia actualmente teniendo el riesgo de convertirse en una epidemia y se caracteriza por tener concentraciones de glucosa elevadas en sangre; sin embargo, esta enfermedad puede prevenirse o controlarse por medio de la alimentación, especialmente con aquellos que ayudan al control de la glucosa.
La diabetes es un padecimiento de larga evolución, progresivo y que se encuentra asociado a diferentes causas como herencia, dietética, inmunológica y ambiental. La dieta representa una de las principales causas en el desarrollo y tratamiento de la diabetes. Una alimentación saludable es capaz de mantener las concentraciones de glucosa equilibradas.
Existen algunos alimentos que ayudan a controlar las concentraciones de glucosa en sangre como la chía, mango, manzana, arándanos, aguacate, entre otros.
La chía es una semilla con múltiples beneficios para la salud debido a su gran contenido nutricional, ya que cuenta con grasas omega-3, vitaminas, minerales, proteínas sin gluten, compuestos fenólicos, antioxidantes que ayudan a proteger contra problemas cardiacos, hepáticos, tiene poder antienvejecimiento y anticancerígeno. Además, es una buena fuente de fibra dietética que ayuda al sistema digestivo y con el control de la diabetes mellitus. La fibra contenida en la semilla hace más lento el proceso de digestión y por tanto la liberación de la glucosa, lo cual ayuda a equilibrar su concentración en el torrente sanguíneo.
Por otro lado, también se ha estudiado los efectos hipoglucemiantes del mango. El mango contiene flavonoides y compuestos fenólicos, siendo el principal la mangiferina, un antioxidante que ayuda en enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas y se han encontrado tanto en el fruto, semilla, hoja y corteza de tallo del árbol de mango. En un estudio se administró extracto de planta de mango en ratas con diabetes y se encontró que el aumento de glucosa en sangre fue inhibido por el extracto, además que evitó el aumento de glucosa en ayunas. Por lo que se cree que los fitoquímicos presentes en el mango y en su planta son los responsables de los efectos hipoglucemiantes, además ya se había comprobado que la mangiferina posee un efecto antidiabético al aumentar la sensibilidad a la insulina.
Los arándanos se han asociado con una disminución en el riesgo de diabetes mellitus II, esto es debido a su contenido de flavonoides (antocianinas). En un estudio se encontró que una ingesta habitual de antocianinas y flavonas se relacionaban con una mejoría en la resistencia de la insulina. En otro estudio se demostró que la ingesta de arándanos reducía la glucosa plasmática y mejoraba los valores de insulina en pruebas de tolerancia oral a la glucosa. Además, en otro estudio se encontró que el consumo de 50 g de arándanos en jóvenes con sobrepeso generó reducciones en el peso corporal, insulina, colesterol y otros factores metabólicos.
Se piensa que los carbohidratos no digeribles que se encuentran en el aguacate son capaces de prevenir la diabetes y de regular el colesterol sanguíneo. En estudios se encontró que el extracto de la semilla de aguacate posee efectos hipoglucemiantes y antihiperglucémicos, ya que tiene la propiedad de disminuir significativamente los niveles de glucosa en sangre. En otro estudio, la pasta de aguacate, en ratas alimentadas con una dieta con alto contenido de colesterol y fructosa, mostraron niveles más bajos de azúcar y una disminución en la acumulación de grasa hepática. Por otro lado, en personas con obesidad se encontró una mejoría en el perfil glucémico y lipídico después de sustituir los carbohidratos por aguacate.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
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