El azafrán es una especia reconocida por aportar color, sabor y aroma a los alimentos y bebidas. Debido a los atributos organolépticos únicos del azafrán y las dificultades que entraña su cultivo, recolección y manipulación, tiene un alto valor y se considera la especia más cara del mundo. Por eso, y por el color, se le conoce como «oro rojo». Además de su uso como especia, el azafrán se ha considerado durante mucho tiempo una planta medicinal por sus propiedades terapéuticas.
Esta planta tiene un proceso de crecimiento muy lento y no se reproduce fácilmente. Florece desde finales de verano y durante todo el otoño. Se trata de una especie triploide y estéril lo que dificulta su reproducción. Para conseguir un gramo de hebras de azafrán es necesario cosechar entre 150 y 160 flores. El azafrán es una especie que se adapta a condiciones mediterráneas, lo cual causa que se adapte a condiciones adversas. Sin embargo, se recomienda que su cultivo se de en suelo ligero, fértil, bien drenado, sin pedregosidad, profundos y con un contenido en materia orgánica elevado.
También puede ser cultivado en el hogar. Se recomienda hacerlo entre los meses de julio y septiembre. En una maceta con tierra abonada se colocan los bulbos de azafrán a una profundidad de 10 cm. Después se debe colocar la maceta en un lugar soleado o colocarla de 4 a 6 horas a la luz solar. A la hora de regar la planta se debe tener cuidado de no ahogarla, por ello se recomienda añadir agua de forma moderada.
El azafrán es considerado de alta calidad cuando la concentración de sus compuestos es elevada. De acuerdo con diversos análisis se ha demostrado la presencia de más de 150 componentes contenidos en el azafrán. Además de sus tres componentes principales (crocetina, picrocrocina y safranal), también contiene otros carotenoides, carbohidratos, fibra cruda, proteínas, grasas, antocianinas, flavonoides, vitaminas (riboflavina y tiamina), minerales y muchos otros elementos.
Los extractos y tinturas de azafrán se han utilizado durante siglos en la medicina tradicional para el tratamiento de diferentes síndromes y enfermedades. Ha sido utilizado como antiespasmódico, eupéptico, sedante, carminativo, diaforético, expectorante, estomacal, estimulante, afrodisíaco, emenagogo y abortivo. Anteriormente se usaba ampliamente en el tratamiento de enfermedades genitales y en la regulación y el alivio menstrual.
Se han atribuido efectos farmacológicos al azafrán sobre el SNC sobre la memoria y el aprendizaje, enfermedades neurodegenerativas, depresión y ansiedad, entre otras. En el sistema cardiovascular mejora la vasodilatación, tiene propiedades anticontráctiles lo que conduce a una mejora la hipertensión, disminuye los niveles de colesterol sanguíneo, aumenta la oxigenación de los tejidos, podría ayudar en el tratamiento de la isquemia. A nivel hepático, ayuda a disminuir los niveles de hepatotoxicidad. Tiene la capacidad de inhibir la progresión de ciertos tipos de cáncer (gástrico, colorrectal, páncreas, vejiga) induciendo apoptosis, además, posee propiedades anticancerígenas contra cáncer de mama, pulmón, páncreas y leucemias.
Por otro lado, algunos estudios también le atribuyen actividad antiinflamatoria, efectos anticonvulsivos, antihistamínicos, antiasmáticos, genoprotectores, antitusivos, protectores de la mucosa gástrica y disfunción sexual.
El azafrán es una especia, conocida como el “oro rojo”, utilizada en la gastronomía que posee diversas propiedades que benefician a la salud. Es una planta que tiene un proceso de crecimiento lento y se recomienda iniciar su cultivo durante el verano.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias:
José Bagur, M., Alonso Salinas, G. L., Jiménez-Monreal, A. M., Chaouqi, S., Llorens, S., Martínez-Tomé, M., & Alonso, G. L. (2017). Saffron: An Old Medicinal Plant and a Potential Novel Functional Food. Molecules (Basel, Switzerland), 23(1), 30.
Ghaffari, S., & Roshanravan, N. (2019). Saffron; An updated review on biological properties with special focus on cardiovascular effects. Biomedicine & Pharmacotherapy, 109, 21–27.
Martín Martín, G. (2014). Azafrán I (Crocus sativus L.). REDUCA, 7(2), 71–83.
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