Existen estudios en los que se ha comprobado que las emociones están ligadas con las alimentación. Se cree que los alimentos tienen la capacidad de influir en los neurotransmisores cerebrales teniendo influencia en el estado de ánimo. Del mismo modo, el estado de ánimo puede influir en la selección de los alimentos.
En el mundo existen diversos patrones de alimentación, entre ellos la alimentación basada en plantas, en la cual, una de las características es evitar o disminuir lo mayormente posible el consumo de alimentos de origen animal como carne, pescado, mariscos incluso lácteos y huevos. Sin embargo, este grupo de alimentos que se excluyen, representan el mayor aporte proteico en un patrón de alimentación omnívoro, por lo que se podría pensar que las personas que evitan su consumo pueden desarrollar un déficit proteico; pero existen otras alternativas para lograr obtener proteínas de los alimentos y son las proteínas provenientes de alimentos vegetales.
Las proteínas conforman la parte principal de la estructura de los músculos y otros tejidos del cuerpo. Son utilizadas para la producción de hormonas, enzimas y hemoglobina. Mantener un adecuado aporte proteico sirve para el crecimiento y reparación de las células, funcionamiento normal de los músculos, transmisión de impulsos nerviosos y el sistema inmune. Puede llegar a ser utilizada como fuente de energía, sin embargo, no es lo ideal, pues afectaría el mantenimiento, crecimiento y reparación de los tejidos.
Como se mencionó anteriormente, las fuentes vegetales de proteínas son la mejor opción para cubrir el aporte proteico en una alimentación a base de plantas. La mayoría de los alimentos de origen vegetal tienen contenido proteico. Las mejores fuentes de proteínas vegetales son las legumbres, soya y alimentos a base de soya, nueces y semillas. Los cereales y verduras también cuentan con proteínas, pero en una cantidad menor.
En comparación con las fuentes proteicas de origen animal, las de origen vegetal son bajas en grasas saturadas, libres de colesterol, altas en fibra, contienen antioxidantes y fitoquímicos, que contribuyen a disminuir el riesgo de enfermedades.
Las leguminosas se caracterizan por un alto contenido proteico que varía de un 20% hasta un 40%. Si bien la calidad proteica de las leguminosas es considerada buena, no se considera suficiente, esto es debido a que poseen un aminoácido (unidad básica de las proteínas) limitante denominado metionina, por lo que se recomienda que para mejorar su calidad proteica se combine con algún cereal (arroz, maíz, etc.), a esta combinación se le considera complementación aminoacídica y con ello se logra una proteína de óptima calidad similar a la que es obtenida de la carne
Una alimentación llevada de forma correcta brindará el aporte proteico necesario para el correcto funcionamiento del organismo, al mismo tiempo, se asegurarán los requerimientos necesarios de nutrientes como hierro, zinc, calcio y vitamina B12.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias:
Mariotti, F., & Gardner, C. D. (2019). Dietary Protein and Amino Acids in Vegetarian Diets-A Review. Nutrients, 11(11), 2661.
Marsh, K. A., Munn, E. A., & Baines, S. K. (2012). Protein and vegetarian diets. The Medical Journal of Australia, 1(2), 7-10.
Olmedilla Alonso, B., Farré Rovira, R., Asensio Vegas, C., & Martín Pedrosa, M. (2010). Papel de las leguminosas en la alimentación actual. Revista Española de Nutrición Humana y Dietética, 14(2), 72-76.
Comments are closed.