La piel es el órgano más grande en nuestro cuerpo; a través de ella absorbemos gran cantidad de sustancias y elementos que se encuentran en el ambiente, pero también las que le untamos o ponemos en contacto, como cremas, bálsamos, perfumes, lociones, desodorantes, shampoos, ungüentos, maquillajes, geles y cremas para afeitar, removedores de vello, tintes, pasamos por todo tipo de cosmético y llegamos hasta los textiles más sintéticos que ponemos en contacto con nuestra piel.
Cuando buscamos una manera de nutrir nuestro cuerpo mucho más natural y respetuosa con nuestro cuerpo y el medio ambiente, en definitiva debe ir de la mano con una manera más natural y consciente de cuidar nuestra piel, de lo contrario, caeríamos en un conflicto de incongruencia.
El entrar en consciencia no es algo superficial, sino que es un proceso muy profundo e interconectado… inevitablemente tornarás a lo natural en todo lo que te sea posible.
Es por ello que en este artículo tocamos el tema del cuidado de la piel, para aprender a evitar contaminar nuestro organismo con parabenos, metaloestrógenos (causantes de cáncer y pubertad antes de tiempo) y multitud de disruptores endocrinos que al ser nuestra piel expuesta por tiempos prolongados, nuestro organismo comienza a presentar síntomas de muy diversas índoles y gravedades. Se ha comprobado que estos elementos tóxicos untados en la mujer, pueden ser transmitidos al feto cuando esta se encuentra en periodo de gestación.
Entonces, ¿cómo evitar todos estos inconvenientes?
Para poder eliminar los parabenos y otras sustancias químicas dañinas, se necesita -primero que nada- buscar productores conscientes y lo más locales posibles; personas o pequeñas empresas comprometidas con la calidad e inocuidad de sus productos y con el cuidado del medio ambiente. Al cuidar el medio ambiente, inevitablemente nos cuidamos a nosotros mismos, y viceversa, ¡todo está conectado!
Otra alternativa es hacer tus propios productos de cuidado personal en base a productos nutritivos y naturales, como aceites (coco, almendra, oliva, esenciales, etc), herbolaria, frutales y otros elementos naturales. Al poner en tu piel sólo elementos naturales, ella va a brillar y a lucir más radiante que nunca. Verás y sentirás un cambio muy lindo.
Michael DeJong, ambientalista y autor de libros sobre una vida ecológica, tiene un libro llamado “Clean cures”, que está lleno de remedios y recetas fáciles, naturales y baratas que puedes preparar en casa.
Es también importante saber leer las etiquetas de los productos que nos venden y no dejarse engañar por las grandes empresas. Ten cuidado con las etiquetas que dicen “100% natural” en el supermercado o tiendas y marcas muy comerciales y reconocidas a nivel masivo, porque puede ser que aún contengan sustancias químicas dañinas, así que lo mejor es asegurarte de revisar los ingredientes enlistados; si ves ahí algo que no sepas que es, ¡no lo compres! En muchos casos es mucho más fácil de lo que imaginas.
Cuando se trata de desodorantes comerciales, lo mejor es evitarlos por completo. Existen muchas recetas de desodorantes naturales que funcionan muy bien en todos los casos (ojo: no uses nunca la piedra de alumbre, ya que es un compuesto muy similar al aluminio, el cuál, como es bien sabido, es tóxico para nosotros). Incluso puede ser alto tan sencillo como utilizar una pizca de bicarbonato de sodio mezclado con un poco de agua.
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