Los minerales son nutrimentos importantes que participan en diferentes funciones del organismo como la formación de los huesos, desarrollo del sistema nervios, producción de hormonas, entre otras. Los minerales se encuentran en todos los grupos de alimentos, por ello es importante llevar una dieta variada y equilibrada para poder obtener los niveles adecuados que el cuerpo necesita para su correcto funcionamiento. En comparación con los hidratos de carbono, proteínas o lípidos, el organismo necesita los minerales en menor cantidad, sin embargo, hay ocasiones en que no se cubre la ingesta recomendada ocasionando el desarrollo de diversos síntomas ocasionados por un déficit mineral.
Los minerales relacionados con las deficiencias más comunes son hierro, yodo y zinc. Las deficiencia de minerales pueden aumentar el riesgo de presentar diversas enfermedades.
La deficiencia de sodio puede alterar la transmisión de los impulsos nerviosos hacia los músculos. Cuando existe un déficit de sodio debido a un bajo consumo y niveles plasmáticos reducidos pueden aparecer calambres musculares. Si se trata de un déficit crónico se puede alterar la marcha y el equilibrio, aparece un deterioro cognitivo que dificulta la concentración y se incrementa el riesgo de osteoporosis y/o fracturas.
El potasio, junto con el sodio, ayuda a la regulación hídrica del organismo y posee un papel importante en la contracción del corazón. Cuando aparece un déficit, comúnmente se manifiesta con debilidad muscular en piernas; la cual si no es tratada puede complicarse hasta presentar parálisis, rabdomiólisis, mioglobinuria y comprometer los músculos respiratorios. También puede producir intolerancia a la glucosa, incrementar la producción de amoniaco y reabsorción de bicarbonato, sin embargo, la complicación más riesgosa es la aparición de arritmias cardiacas.
Por su parte el calcio, es un mineral importante para la transmisión de impulsos nerviosos, la excitabilidad muscular, coagulación, función endocrina, reacciones enzimáticas indispensables a nivel óseo, intestinal y renal. Cuando hay una carencia de este mineral aparecen síntomas como osteoporosis, fatiga, debilidad, irritación, demencia, ansiedad, parestesias, convulsiones, dolor abdominal, eccema, cataratas, malabsorción, osteomalacia, broncoespasmos, apnea, hipotensión, insuficiencia cardiaca y alteraciones en el electrocardiograma.
La deficiencia de magnesio se ve reflejada por la aparición de arritmias cardiacas, a nivel muscular se manifiesta con tetania, temblores, parestesias y espasmos en los pies. Además, pueden existir náuseas y vómitos. La falta de zinc, en cambio, produce alteraciones en el crecimiento, retraso de la cicatrización tisular, alteraciones inmunológicas y disgeusia (alteración del gusto).
Para evitar la aparición de afectaciones a la salud a causa de una deficiencia de minerales es importante consumir una dieta variada y equilibrada.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias:
Secretaría de Salud. (2016, 1 mayo). Los minerales en la dieta diaria. Gobierno de México.
Organización Mundial de la Salud. (s. f.). Micronutrientes. Organización Panamericana de la Salud.
Cristina López Hernández, Beatriz Gadea Uribarri, Carlota Barreu Fau, Cristina Hernando Alonso, David Alejandro Aznar Sanz & Laura Pinilla Varona. (2020). Consecuencias en el organismo del déficit de vitaminas y minerales. Artículo monográfico. Revista Sanitaria de Investigación, 2(10), 182.
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