El síndrome premenstrual representa una de las primeras causas de ausentismo laboral e incluso puede llegar a ser discapacitante en aproximadamente el 48 % de las mujeres.
Los síntomas del SPM incluyen cambios en el apetito, aumento de peso, dolor abdominal, dolor de espalda, dolor en la zona lumbar, dolor de cabeza, hinchazón, sensibilidad en los senos, náuseas, estreñimiento, ansiedad, irritabilidad, ira, fatiga, inquietud, cambios de humor y llanto. Estos síntomas pueden desaparecer pocos días después del inicio de la menstruación.
Existen dos factores principales en la aparición de este síndrome: factores hormonales y factores del estilo de vida como inactividad física, mala calidad del sueño, consumo de tabaco y la alimentación. Se ha encontrado asociación entre la alimentación y el SPM, ya que se ha encontrado que una alta ingesta de comida chatarra, café, bebidas azucaradas, alimentos fritos se relaciona con la aparición de síntomas característicos de este síndrome.
Se ha encontrado que ciertos componentes de la dieta pueden ayudar a mejorar los síntomas de SPM, por ejemplo, el consumo de cereales integrales contribuye a mejorar los síntomas de este padecimiento. Niveles bajos de triptófano se relaciona con un aumento en los síntomas del SPM, especialmente la irritabilidad, por lo que el consumo de alimentos ricos en este aminoácido, como huevo, lácteos, nueces, legumbres y pescados ayuda a reducir los síntomas.
Por otro lado, el consumo de verduras y frutas para tener también cierta participación en la disminución de los síntomas. En un estudio se encontró que aquellas mujeres que consumían frutas parecían tener cierta protección contra los síntomas psicológicos, físicos y generales del SPM. En otra investigación se reveló que la fruta redujo la aparición y gravedad del dolor premenstrual y los síntomas del SPM. Se cree que esto se logra debido al poder antioxidante que poseen diferentes frutas. El consumo de frutas y verduras sin almidón ayuda a disminuir la incidencia de síntomas graves del síndrome premenstrual, lo cual podría ser atribuido a sus agentes antioxidantes y antiinflamatorios.
En otro estudio se encontró que, a consecuencia de los cambios en el apetito, la ingesta de alimentos ricos en grasa, azúcar, galletas, carne, pollo, pescado, huevo, te, café y refrescos aumentaba, mientras que el consumo de lácteos era mínimo en personas con SPM. En esta misma investigación se halló que la ingesta de alimentos ricos en calcio era muy escasa en mujeres con síndrome premenstrual, aunque es bien sabido que el calcio actúa como agente protector contra este padecimiento.
El síndrome premenstrual se caracteriza por la presencia de síntomas físicos y psicológicos, afectando principalmente a mujeres adultas jóvenes o en edad fértil. Entre los factores relacionados a la presencia de este síndrome se encuentran factores hormonales y el estilo de vida como la alimentación. Se ha encontrado que la ingesta de alimentos con alto contenido de azúcares, grasas, refrescos, café, comida chatarra y consumo de tabaco incrementa y empeoran los síntomas de este síndrome, mientras que el consumo de carbohidratos complejos como cereales integrales, frutas, verduras, alimentos ricos en triptófano y calcio, pueden ayudar al alivio o disminución de los síntomas. Por lo tanto, se recomienda llevar una dieta saludable y evitar el consumo de comida chatarra.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias
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