A lo largo del tiempo, la alimentación en México ha ido sufriendo diversas transformaciones debido a las influencias de otros países. Las primeras transformaciones se dieron a la llegada de los españoles, posteriormente en la época de la independencia y por último en la época moderna, en la cual se empezó a optar por el consumo de los alimentos industrializados.
Los alimentos industrializados son aquellos que han sufrido alguna modificación previa a su consumo, es decir, están adicionados con elementos ajenos a su composición natural los cuales pueden modificar sus nutrientes originales.
La preferencia por los alimentos industrializados es principalmente porque resulta más accesible, de fácil y rápida preparación y, muchas de las veces, resulta más económico; por lo que el consumo de alimentos naturales como verduras y frutas se ha ido dejando de lado. Cabe destacar que la mayoría de la población prefiere los alimentos industrializados debido al corto tiempo que les queda para la preparación gracias a la vida laboral y el ritmo de vida en las grandes ciudades. Sin embargo, su alto consumo ha llevado a la población al desarrollo de diversas enfermedades, tal es el caso de la desnutrición, sobrepeso y obesidad. De hecho, cabe destacar que México ocupa el primer lugar a nivel mundial en población con obesidad, la cual afecta tanto a adultos como a niños.
La obesidad es un problema de salud pública grave. La principal causa está relacionada al consumo de alimentos con alto contenido energético, es decir, se consume más energía de la que se gasta. Además de esto, los cambios en la dieta tradicional, la alta disponibilidad y accesibilidad a los alimentos procesados, un elevado consumo de bebidas azucaradas, comida rápida y un estilo de vida sedentario. Las consecuencias de la obesidad derivan en la aparición de otras enfermedades como presión alta o hipertensión, diabetes, así como niveles altos de colesterol en sangre.
Resulta evidente que el cambio de la cultura alimentaria ha propiciado la aparición de problemas de salud en la población, debido a los hábitos nutricionales negativos que se han adquirido, lo cual influye en el aumento de las enfermedades crónicas y cuyas consecuencias pueden resultar fatales si no se atienden a tiempo. Debido a todo esto es necesario replantear los programas de intervención para la mejora de la salud y nutrición, mediante la modificación de los hábitos y estilos de vida.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
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