¡Bájale a las grasas saturadas y grasas trans! Son las responsables del marcador #1 en muerte en el país

Las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de mortalidad a nivel nacional y en el mundo. Enfermedades como infarto al miocardio o accidente cerebrovascular son las responsables de más de 17 millones de muertes al año, y se calcula que para el año 2035 pueda alcanzar hasta 23.6 millones de muertes. En México más de 150 mil personas al año mueren por problemas cardíacos, siendo el infarto agudo al miocardio la causa más común. Estas enfermedades afectan, principalmente, a poblaciones de bajos y medianos ingresos, en los cuales cerca del 80% de la mortalidad son por problemas del corazón. Una de las principales causas para la aparición de este tipo de enfermedades es por una mala alimentación. Una alimentación rica en grasas saturadas y trans genera una acumulación excesiva de lípidos en el cuerpo ocasionando la aparición de problemas cardíacos.

Las grasas trans se generan cuando, en la industria, los aceites líquidos los convierten en grasas sólidas como manteca o margarina. Existen diversas investigaciones en las que se ha demostrado que el consumo excesivo de grasas trans afectan la salud. Las alteraciones en la salud se ven reflejadas en cambios en el perfil lipídico y el sistema cardiovascular. También se ha vinculado con otras patologías como diabetes mellitus, obesidad y algunos tipos de cáncer. La ingestión de grasas trans, al igual que las saturadas, tienen la capacidad de elevar las concentraciones de colesterol LDL y disminuir los niveles de colesterol HDL. Del mismo modo, pueden afectar las concentraciones de triglicéridos, originando un incremento a nivel sanguíneo.  Este tipo de grasas se relacionan estrechamente con el riesgo de enfermedad cardiovascular elevándose hasta un 53%.

Alimentos fritos, comida rápida, empacada o procesada representan fuentes de grasas trans. Asimismo, los alimentos de origen animal como carne roja o lácteos contienen pocas cantidades de grasas trans. Por lo regular, los alimentos industrializados se caracterizan por tener un bajo aporte de nutrimentos y altas cantidades de grasas trans y azúcares. Entre estos alimentos se encuentran las galletas dulces y saladas, pasteles, pan dulce, donas, pizzas, helados, yogur congelado, malteadas, botanas, comida rápida, manteca, margarina y sustitutos de crema no lácteos. Es importante destacar que no todos los alimentos procesados contienen grasas trans, por ello es indispensable leer la etiqueta nutrimental.

Las grasas saturadas se encuentran comúnmente en forma sólida a temperatura ambiente. El alto consumo de este tipo de grasas puede conllevar al desarrollo de diversas enfermedades y alteraciones en la salud. Los ácidos grasos saturados influyen en las concentraciones de colesterol. Su consumo genera el incremento de los niveles de colesterol total y colesterol LDL o colesterol malo. Este tipo de grasas también afectan la actividad protrombótica y alteran la función endotelial. También se encuentran relacionados con el incremento del peso corporal.  

Las grasas saturadas se pueden encontrar en diversos alimentos como mantequilla, aceite de palma, aceite de coco, queso, carne roja, pasteles, donas, pan danés, pollo frito, papas fritas o a la francesa, embutidos, pollo con piel, hamburguesas, helado, leche entera, entre otros. algunos tipos de aceites como el de coco, palma o palmiste, aunque no se ingieren conscientemente, se encuentran presentes en alimentos empaquetados.  

Consumir alimentos que contengan este tipo de grasas puede realizarse, pero de manera que no sea frecuente y en porciones pequeñas. Además, se puede sustituir su consumo por alimentos más saludables. Por ejemplo, preferir pollo sin piel o pescado en vez de carne roja, utilizar aceite de oliva o canola como sustituto de mantequilla u otras grasas, lácteos descremados en lugar de enteros. El reemplazo en el consumo de grasas saturadas o trans por la ingesta de ácidos grasos poliinsaturados ha mostrado disminuir los episodios de enfermedades cardiovasculares hasta en un 27%, además de reducir el riesgo de cardiopatía coronaria.

Equipo de investigación y editorial iNat México.

Referencias:

López, P. (2020, 1 octubre). Enfermedades del corazón, primera causa de muerte. Gaceta UNAM.

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Ballesteros-Vásquez, M. N., Valenzuela-Calvillo, L. S., Artalejo-Ochoa, E., & Robles-Sardin, A. E. (2012). Ácidos grasos trans: un análisis del efecto de su consumo en la salud humana, regulación del contenido en alimentos y alternativas para disminuirlos. Nutrición Hospitalaria, 27(1), 54-64.

Bridges, M. (2020, 26 mayo). Información sobre las grasas saturadas. Medline Plus.

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