Mitos de la alimentación basada en plantas

La alimentación humana a través de la historia se ha visto influida por el folklore, las creencias religiosas, cuestiones político-económicas, así como por costumbres y modas favorecidas por medios de comunicación. En ocasiones algunas de estas conductas alimentarias carecen de respaldo, por lo que pueden repercutir de forma poco favorable a la salud humana.

«El acné se exacerba por comer grasas»

Según algunos, es clásico que el paciente, la familia y aun el médico consideren que la supresión de ciertos alimentos, como las grasas, el chocolate y los azúcares disminuyen las lesiones de acné; lo cual es una mentira con la que se sacrifica a los jóvenes con dietas inútiles. Está probado científicamente que ningún alimento produce aumento del sebo de la piel y que solo la intensa inanición llega a disminuir la secreción sebácea de manera importante. Aunque, para otros, el tema es controvertido, ya que algunas investigaciones centradas en la búsqueda de la relación dieta-acné, han encontrado ciertas relaciones, más no resultados contundentes; un ejemplo es el caso de un artículo publicado por Escalante-Jibaja y Seattone-León, quienes reportan las investigaciones de Shaefer y Bendiner, encontraron que el acné estaba ausente en la población esquimal Inuit, mientras ellos mantenían su dieta tradicional, pero, la prevalencia del acné llegó a ser similar a la de la sociedad occidental después de un cambio en sus dietas.

«Cuando se come menos, el estómago reduce su tamaño»

El tamaño de los órganos depende del código genético y, por lo tanto, no puede depender de la cantidad de lo que se come.

«Pepinos y manzanas tienen “calorías negativas” porque exigen para su masticación y digestión más energía de la que el alimento proporciona»

Si para quemar 1 kcal se necesita masticar aproximadamente 3 minutos y si una manzana promedio contiene unas 80 kcal, por lo tanto, sería necesario masticar 240 minutos (4 horas) para que la manzana tuviera “calorías negativas”.

«El zumo de naranja pierde las vitaminas si no lo bebemos rápido»

Es un mito sin base científica. Aunque es cierto que las vitaminas se pierden con el paso del tiempo, no se trata de un proceso tan rápido. Si se conserva el zumo tapado en refrigeración, las vitaminas se mantienen durante 12 horas aproximadamente.

«Es necesario tomar suplementos vitamínicos»

A pesar de la amplia divulgación y del consumo de preparados multivitamínicos, la mayoría de quienes los ingieren, realmente no los necesitan. En individuos que se nutren adecuadamente (salvo excepciones), las preparaciones multivitamínicas representan, por lo menos, un gasto innecesario.



La prescripción de un correcto plan alimenticio debe tener como base el conocimiento adecuado de la Bromatología (del gr. bromatos, alimento, y logos, tratado), y de lo que implica la dieta en el estado de salud para poder hacer las modificaciones correspondientes en los estados patológicos, según se requiera en cada caso.

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