Omega 3:¿Es realmente necesario?

Los ácidos grasos omega-3 son esenciales para la formación y el adecuado funcionamiento del cerebro humano. La ingesta deficiente de ellos, produce diversas disfunciones en la neurotransmisión. En el humano existen dos tipos de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga: los ácidos grasos omega-3 y omega-6. Denominados así a causa de la localización del primer enlace insaturado contado desde el grupo metilo terminal. Los ácidos grasos poliinsaturados son componentes intrínsecos de las membranas celulares y se relacionan con la neurotransmisión. 

Como se puede colegir, los ácidos grasos omega-3 son esenciales,  imprescindibles para un adecuado funcionamiento del SNC, y la única manera de adquirirlos para el ser humano es a través de la dieta. No sólo es importante ingerirlos, sino que hacerlo en las cantidades adecuadas, ya que está demostrado que los niveles de ácidos grasos específicos en el plasma son reflejo de los ácidos grasos consumidos en la dieta. Diversos estudios realizados han evidenciado que los ácidos grasos omega-3 además de proporcionar una baja incidencia de enfermedades cardiovasculares también existe menor manifestación de enfermedades inflamatorias. 

Dentro de las enfermedades cardiovasculares, la aterosclerosis es un proceso fisiopatológico de origen multifactorial de desarrollo a largo plazo. En este proceso destacan dos componentes principales: la dislipidemia (triglicéridos y colesterol elevados) y la inflamación. La reducción de los lípidos plasmáticos -especialmente los triglicéridos- generada por el consumo de ácidos grasos omega-3, es uno de los efectos potenciales de esta suplementación. 

 

Desde hace ya varios años, estudios en humanos, en animales y en modelos celulares in vitro, han revelado un efecto neuroprotector por parte de los ácidos grasos omega-3. 

En alimentaciones libres de productos de origen animal, hay diversos alimentos donde se pueden encontrar este nutriente tan importante, ellos son:  

  • semillas de chía 
  • semillas de linaza 
  • nueces
  • semillas de cáñamo (hemp) 
  • quinoa 
  • avena 
  • aceite de oliva 

También existen opciones de suplementos hechos a partir de los aceites de estos mismos alimentos. Es importante adquirirlo ya sea a través de los alimento, o bien de un buen suplemento, pero siempre recibir las cantidades adecuadas de omegas para conservar una buena salud.

Equipo de investigación y editorial iNat México.

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