Los neurotransmisores son sustancias producidas por las neuronas que tienen la capacidad de alterar el funcionamiento de otra célula mediante la activación de diversos mecanismos.
Las bacterias que se encuentran en la microbiota intestinal tienen la capacidad de producir neurotransmisores como GABA, serotonina, dopamina y AGCC. Por lo tanto, la mayoría de los neurotransmisores necesarios para el funcionamiento del cuerpo son generados por la microbiota intestinal, que influyen en el cerebro y que a su vez son fundamentales para la misma microbiota.
La norepinefrina, epinefrina, dopamina y serotonina han sido estudiadas debido a su participación en la fisiología intestinal y en la función del sistema nervioso. Estos neurotransmisores tienen la capacidad de regular y controlar el flujo sanguíneo, la motilidad intestinal, absorción de nutrimentos, sistema inmunológico y la microbiota.
La dopamina es uno de los principales neurotransmisores que interviene en la regulación de la función motora, emotividad, afectividad, función cardiaca, tono vascular y motilidad gastrointestinal. Se encuentra involucrada en trastornos neurológicos y psiquiátricos como Parkinson, síndrome de Tourette, trastorno de déficit de atención e hiperactividad, esquizofrenia y psicosis. La dopamina es el precursor de otros neurotransmisores como la norepinefrina. Este último se ve involucrado en procesos del comportamiento, cognición, memoria, aprendizaje y atención.
Por su parte, la serotonina participa en la regulación de procesos como la secreción gastrointestinal, peristalsis, respiración, vasoconstricción, comportamiento y función neurológica. También es el encargado de regular el humor. Tiene un papel fundamental en la prevención de la depresión, ansiedad y trastornos del sueño. Los bajos niveles de serotonina se relacionan con una baja tolerancia al dolor, estados agresivos, depresión y ansiedad, así como la migraña. Este neurotransmisor interviene en la regulación de otros, como es el caso de la dopamina y noradrenalina.
GABA es otro neurotransmisor que tiene la capacidad de inhibir el sistema nervioso. Está vinculado con diversos trastornos del sistema nervioso como trastornos del comportamiento, dolor, sueño, motilidad intestinal, vaciado gástrico, nocicepción y secreción ácida. Existen investigaciones que indican que este neurotransmisor ayuda a controlar el miedo y la ansiedad. También modula la respuesta del cuerpo frente al estrés. Se ha visto que cuando hay niveles bajos existe mayor riesgo de desarrollar trastornos de ansiedad, problemas para dormir, depresión y esquizofrenia.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
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