Llevar una dieta a base de plantas se ha convertido en un estilo de vida completo y saludable. La mayoría de las personas que llevan este tipo de alimentación saben cómo sustituir el consumo de alimentos de origen animal por alguna planta, fruta o verdura que les aporte los mismos nutrientes. Incluso, hay alternativas que pueden tener más nutrientes esenciales que la carne. Sin embargo, cuando se enfoca solamente en los nutrientes se puede dejar de lado otros factores importantes, como lo es la salud hormonal.
Las hormonas son importantes para regular diversas funciones del organismo como el hambre, la presión arterial y el deseo sexual. Las hormonas son esenciales para cada aparato y sistema del cuerpo, cuando hay un desequilibrio hormonal, se pueden alterar o interrumpir las funciones corporales.
La dieta es uno de los factores que puede influir en la producción hormonal. Los alimentos proveen la energía y nutrientes necesarios para la secreción hormonal. Algunos nutrientes específicos, los patrones dietéticos y la nutrición en general pueden desempeñar funciones que beneficien o perjudiquen el equilibrio hormonal. Se conoce que existen varios patrones de ingesta nutricional, desde el ayuno hasta el exceso de calorías, así como los alimentos con una carga glucémica más alta que afectan los niveles circulantes de ciertas hormonas.
Ejemplo de ello son las hormonas esteroideas que se derivan del colesterol proveniente de la dieta. Otro ejemplo, es la regulación de la hormona tiroidea que está influenciada por el estado del cuerpo, desde que se alimenta hasta que se muere de hambre, y la ingesta adecuada y la disponibilidad de los nutrientes selenio, yodo y hierro que contribuyen a niveles y funcionamiento saludables de las hormonas tiroideas.
Las hormonas se encuentran presentes en cada etapa de la vida y sus efectos son variables en cada persona. Hoy en día se ha encontrado que una dieta basada en plantas, principalmente rica en polifenoles, se asocia con diversas actividades biológicas y benéficas para la salud. Es bien sabido que los alimentos funcionales pueden reducir el riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo II, obesidad, trastornos neurodegenerativos y algunos tipos de cáncer. Los polifenoles presentes en los alimentos tienen la capacidad de modular procesos inflamatorios, regular el metabolismo y desequilibrio hormonal, además, de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y la presión arterial debido a su propiedad antioxidante.
Se ha encontrado que alimentos como le chocolate negro, la granada y el café, ricos en polifenoles, inhiben la actividad de 11B-HSD1 (enzima encargada convertir la cortisona en la hormona cortisol), ayudando a mejorar el estado de ánimo y reduciendo el estrés mediante la disminución de la presión arterial y los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Existen diversos factores de la dieta que pueden ocasionar un desequilibrio hormonal y como consecuencia el desarrollo de enfermedades como alergias alimentarias, sobrepeso, obesidad, alteraciones en el sueño, problemas digestivos, entre otros. Por lo tanto, una dieta rica en grasas ocasiona un aumento de peso debido a que se activan los receptores de ácidos grasos existentes en el cerebro, los cuales pueden modificar las acciones de las hormonas relacionadas con la ingesta de alimentos como la grelina. La grelina puede aumentar la ingesta de alimentos y el incremento del peso al unirse a su receptor, el receptor que fomenta la secreción de la hormona del crecimiento.
La leptina es una hormona del apetito liberada por las células grasas del tejido adiposo, y diversos alimentos pueden aumentar o disminuir la sensibilidad a la leptina. Las dietas antiinflamatorias, como la dieta mediterránea y otras que son ricas en alimentos de origen vegetal y grasas saludables, disminuyen los niveles de leptina y mejoran la sensibilidad a la leptina. Por otro lado, una mayor cantidad de ácidos grasos saturados induce una resistencia a la leptina al interrumpir la señalización de leptina después de una sobreestimulación crónica del receptor de esta. Además, cuando se disminuye la sensibilidad a la leptina se puede desencadenar el desarrollo de obesidad.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias:
Al-Dujaili, E. (todavía no publicado). «The Relationship between Diet and Hormones». Nutrients.
Nutrition and Impacts on Hormone Signaling. (2022, 28 julio). The Institute for Functional Medicine.
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