La vitamina D es una vitamina liposoluble encargada de regular el calcio en el organismo ayudando a mantener una adecuada salud ósea. Esta vitamina es sintetizada en la piel después de la exposición a la luz solar.
Resulta esencial para mantener la mineralización de los huesos, ya que se encarga de regular los niveles de calcio y fósforo del organismo. Cuando se desarrolla un déficit de vitamina D puede ocasionar raquitismo en los niños y osteomalacia en adultos. Una adecuada ingesta de vitamina D ayuda a reducir el riesgo de caídas y fracturas en personas de la tercera edad. Además, posee efectos en el sistema inmune, endocrino y cardiovascular. También ayuda a la transmisión de señales nerviosas desde el cerebro a las diferentes partes del cuerpo.
La ingesta diaria recomendada de vitamina D varía de acuerdo a cada persona, su edad y condición. Es decir, un bebé no necesita la misma cantidad de vitamina D que un niño de 4 años o de un adulto. Asimismo, durante el embarazo y la lactancia se recomienda una cantidad diferente.
La vitamina D se encuentra de forma natural en diferentes alimentos, aunque son muy pocos, como pescados (salmón, trucha, caballa, sardina, macarela), aceite de hígado de pescado, huevo de gallina alimentada con vitamina D, hongos expuestos a la luz solar. Los alimentos como la leche (de vaca o vegetal) o fórmulas infantiles se encuentran fortificadas con esta vitamina; así como, cereales, panes y algunos jugos de frutas.
Del mismo modo, se sabe que la exposición a la luz solar ayuda a que el cuerpo produzca vitamina D. La exposición a la luz solar puede proveer a la mayoría de las personas de su requerimiento entero de vitamina D. Los niños y adultos jóvenes que pasan un tiempo corto en exteriores, dos o tres veces a la semana, generalmente sintetizan toda la vitamina D que necesitan para prevenir una deficiencia. Pero, cuando el clima se encuentra nublado, la contaminación, edad avanzada y la piel de color oscuro intervienen en la cantidad que se produce. Los protectores solares también limitan su producción, sin embargo, es necesario su uso para prevenir daños a la piel por la radiación ultravioleta, por ello se recomienda utilizar aquellos que tienen un FPS de 15 o más, en caso de que la exposición sea prolongada.
También es posible encontrar suplementos de vitamina D en diferentes presentaciones y es una forma fácil de conseguir incrementar los niveles de esta vitamina en el organismo. Existen personas que deben tomar suplementos pues no siempre es fácil exponerse a la luz solar. Estos suplementos son importantes cuando existe un riesgo de deficiencia como en personas mayores o aquellas que se encuentran confinadas en casa. Sin embargo, la suplementación debe estar indicada por un médico pues si se ingieren cantidades excesivas de vitamina D podría generar afectaciones a la salud.
La vitamina D es una vitamina liposoluble que se produce en la piel después de exponerse a la luz solar, sin embargo, también se obtiene de algunos alimentos y con suplementos. Una buena alimentación y la exposición a la luz solar ayudan a mantener los niveles adecuados de esta vitamina, pero, existen condiciones o situaciones que dificultan llegar a mantener las concentraciones adecuadas, es por ello por lo que se indica una suplementación siempre bajo indicación médica.
Equipo de investigación y editorial iNat México.
Referencias:
Then Shimazaki, N. (2019). Vitamina D. Linus Pauling Institute.
Vitamina D. (2021, 7 enero). National Institute of Health Office of Dietary Supplements.
Johnson, L. E. (2022, 31 enero). Carencia de vitamina D. Manual MSD versión para público general.
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