Extracto del libro: «El estudio de china»
T. Collin Campbell
Para la mayoría de los occidentales sería imposible renunciar prácticamente a todos los productos de origen animal -entre ellos la carne de vaca, el pollo, el pescado, el queso, la leche y los huevos- sería lo mismo que pedirles que dejaran de respirar. La idea sería tildada de extraña, fanática o fantástica.
Ese es el mayor obstáculo para adoptar una dieta basada en vegetales: la mayoría de las personas que oyen hablar de ella no la toman en serio, a pesar de sus impresionantes beneficios para la salud.
Si eres una de estas personas -si sientes curiosidad por estos hallazgos pero sabes que jamás serás capaz de dejar de comer carne-, sé que no habrá nada que pueda decir para lograr que cambies de opinión.
Tienes que intentarlo
Prueba un mes. Has estado comiendo hamburguesas con queso durante toda tu vida; no morirás si no las comes durante un mes.
Este tiempo no es suficiente para obtener beneficios a largo plazo pero sí para que descubras cuatro cosas:
1. Cuando adoptas una dieta basada en vegetales, hay algunos alimentos maravillosos que nunca hubieras descubierto de otro modo.
Quizá no comas todo lo que desearías (el anhelo por comer carne puede durar más de un mes), sin embargo probarás una enorme cantidad de platillos deliciosos.
2. Las cosas no son tan malas como parecen.
Algunas personas se adaptan rápidamente a esta dieta y luego se aficionan a ella. Amoldarse completamente a esta nueva forma de comer puede tardar varios meses, pero todos aquellos que la prueban descubrirán que es mucho más fácil de lo que se imaginaban.
3. Te sentirás mejor.
Al cabo de un mes, la mayoría de las personas notarán la mejoría y, con toda probabilidad, también habrán perdido peso. Si te haces un análisis de sangre antes de iniciar esta dieta y otro al concluir, es muy posible que notes cambios significativos en un periodo de tiempo breve.
4. Y lo más importante, descubrirás que es factible.
Quizá llegues a aficionarte a la dieta o quizá no, pero al menos habrás conseguido hacer un mes de prueba, sabiendo que es posible. Si te lo propones puedes lograrlo. Todos los beneficios para la salud de los que he hablado en este libro no son solo para monjes tibetanos o espartanos fanáticos; también tu puedes disfrutar de ellos. La decisión está en tus manos.
El primer mes puede ser todo un desafío (en breve hablaré más de ello) pero luego resulta mucho más fácil. Y para muchos, se convierte en un verdadero placer.
Reconozco que no es fácil creer en lo que digo hasta que los experimentas por ti mismo, pero cuando adoptas una dieta basada en vegetales tus gustos empiezan a cambiar. No solamente deja de apetecerte la carne, sino que también comienzas a descubrir nuevos sabores en la mayoría de los alimentos que consumes, sabores que estaban adormecidos cuando ingerían una dieta basada esencialmente en productos de origen animal. Un amigo mío afirmó en cierta ocasión que era como si te arrastrarán a un cine donde se proyecta una película independiente, cuando lo que tú deseabas ver era la última película de acción de Hollywood. Entras en la sala refunfuñando pero, para tu sorpresa, descubres que la película es excelente y te gusta mucho más que la de pistoleros que habías elegido.
LA TRANSICIÓN
Si aceptas mi sugerencia de adoptar una dieta basada en vegetales durante un mes, lo más probable es que debas afrontar cinco desafíos principales:
1. Durante la primera semana, mientras tu sistema digestivo se adapta a la nueva alimentación, puedes sentir el estómago revuelto.
Esto es natural, no hay nada de qué preocuparse y, por otra parte, no dura demasiado tiempo.
2. Deberás dedicar parte de tu tiempo a la dieta.
No dejes que esto te contraríe -también el cáncer y las enfermedades cardíacas necesitan tiempo para desarrollarse-. Tendrás que aprender algunas recetas nuevas, estar dispuesto a probar nuevos platos y descubrir nuevos restaurantes. Deberás prestar atención a tus gustos y descubrir cuáles son las comidas que realmente disfrutas. Esta es la clave.
3. Tendrás que prepararte psicológicamente.
Con independencia de lo lleno de comida que esté el plato, muchos de nosotros hemos sido educados para pensar que no constituye una buena comida si no tiene carne. Deberás superar este prejuicio.
4. Acaso ya no puedas ir a los restaurantes que conoces, y si lo haces, no podrás pedir los mismo platos.
Esto requiere cierto grado de adaptación.
5. Es probable que tus amigos, familia y colegas no te apoyen.
Por diversas razones, a muchas personas les molestara tu decisión de ser vegetariano; acaso porque, en el fondo, saben que su propia dieta no es muy sana y les sienta mal que alguien sea capaz de renunciar a hábitos alimentarios poco saludables cuando ellos mismos no son capaces de hacerlo.
También me gustaría darte unos cuantos consejos para tu primer mes:
1. A largo plazo ser vegetariano es más barato que llevar una dieta basada en alimentos de origen animal. Sin embargo durante el periodo de aprendizaje quizá gastes un poco más de dinero probando diversas alternativas. No te prives de hacerlo, merece el esfuerzo.
2. Come bien. Si lo haces fuera de casa prueba diferentes restaurantes muy sabrosos. Los restaurantes étnicos suelen ofrecer la mayor cantidad de platos vegetarianos y sus peculiares sabores también son exquisitos. Sal a descubrir o que hay allí fuera.
3. Come lo suficiente. Acaso adelgazar es uno de tus objetivos para gozar de una buena salud, y con una dieta basada en vegetales es muy probable que lo consigas. Pero no te prives de nada, hagas lo que hagas, no te quedes con hambre.
4. Consume una amplia variedad de alimentos. Combinarlos es importante tanto para obtener todos los nutrientes necesarios como para mantener vivo tu interés por la dieta.
Prueba el reto de adoptar la dieta durante un mes. Además de estar haciendo algo importante por ti mismo, también formarás parte de la vanguardia que trabaja a favor de que el país tenga un futuro más pobre en grasas y mucho más sano.
El cambio requiere tiempo y esfuerzo. Aunque no recibas el apoyo de tu familia o amigos, los beneficios son milagrosos y te sorprenderá comprobar que no es tan difícil cambiar los hábitos alimentarios.
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